Viviana Fernández García, describiendo un mundo lleno de “Taradas”
Acaba de estrenarse como novelista y su primer libro «Taradas» (Ediciones Carena) ya está agotado en varias librerías de nuestro país. Esta lucense de 30 años y nacida en Villalba, trabaja en la Embajada de España en Luxemburgo… “(…) fui contratada por la embajada de España en Bélgica con motivo de la presidencia española en la UE. Un puesto en Luxemburgo de apoyo en los consejos de ministros. No soy funcionaria (…)”. A pesar de su edad, su currículum da envidia por la cantidad de cosas que ha llegado a hacer… “Soy muy impaciente, odio ver el tiempo estancado. Prefiero estar agobiada que aburrida. Imponiéndome pequeñas metas alivio mi vacío existencial, pierdo el vértigo que da envejecer. No quiero mirar hacia atrás y verme simplemente más vieja, quiero también verme más preparada, más compleja, acumular patrimonio inmaterial, experiencias enriquecedoras. De todas formas, mis dos carreras son bastante asequibles, de letras. Y los trabajos que he tenido han sido siempre temporales. Por motivos profesionales cambiamos de país con frecuencia. Tengo que adaptarme y empezar de cero a menudo. Me gusta pero no siempre es fácil. Ahora estoy cursando un máster profesional en marketing digital el IE. Tengo 30 años pero aún no tengo claro “lo que voy a ser cuando sea mayor”.”
Durante un periodo de tiempo trabajó en Haití para la UNICEF… “Fue una experiencia muy dura. Yo era consultora de comunicación. Entre otras tareas tuve que redactar artículos y para ello visitar las escuelas y hospitales que subvencionaba UNICEF. Entrevistaba a niños con SIDA, maltratados, desnutridos, niños que vivían en la calle, que no tenían nada. También había bebés. Es muy frustrante conocer a un niño y saber que no va a tener oportunidades ni futuro. Niños sin infancia. Todos somos cómplices de esta situación. No nos comprometemos lo suficiente.”
A pesar de que aun no sabe lo que va a ser de mayor, de pequeña soñaba ser… “Cantante, periodista. Realmente no pensaba mucho en profesiones, pensaba más en el carácter. Quería ser moderna.”
Recuerda que de niña tuvo… “(…)una niñez tranquila. Siempre ansié la gran ciudad, el ajetreo, el anonimato. Tuve una infancia muy sana, rodeada de primos y abuelos, clases de piano, juegos de mesa. Yo era muy infantil pero albergaba un gran deseo por probarme y librar alguna de las batallas que te he comentado. Tenía prisa por perderme y descubrir sitios insólitos, gente peculiar.(…)” “Jugaba muy bien al fútbol, de hecho era la única niña que aceptaban en el equipo de fútbol ¡Incluso llegué a ser el capitán¡”
Viviana tiene 2 carreras universitarias… “Estudié periodismo en el CEU, Madrid. Al segundo año decidí que no me gustaba la carrera pero no quería dejarla así que la terminé en Holanda y en Suiza y aprendí los idiomas que era lo que de verdad me apetecía. Cuando terminé periodismo empecé traducción e interpretación en Comillas, ICADE. La carrera me entusiasmó. En mis años de universitaria tuve tiempo de conocer Madrid y todos sus ambientes. Me fascinan los contrastes de esa ciudad, lo fácil que es cambiar de mundo cambiando de barrio, la heterogeneidad de la gente, las tribus urbanas, el insomnio de las calles. Gran Vía es un teatro al aire libre. A menudo callejeaba por la ciudad sin rumbo fijo, estudiando a los transeúntes. Me encantaba perderme por las calles, coger el metro o el autobús al azar. Escuchar las conversaciones de los otros pasajeros. Mirarlos a los ojos y tejer su historia en mi mente. Hay mucha belleza y sordidez en Madrid. Todos los fines de semana se libran batallas, se ganan y pierden guerras. Madrid es una selva de asfalto.”
Y en verdad es que es una gran entusiasta de la capital de España, en su novela son innumerables las ocasiones en la que describe los diferentes lugares donde se van desarrollando las diferentes historias… “Adoro Madrid, está llena de rincones, calles y locales muy auténticos, con mucha personalidad y sabor. Simplemente describí alguno de esos lugares que han sido el decorado de mi propia vida. Sitios especiales.”
Se confiesa una gran amante de la poesía y de hecho, una de las protagonistas de Taradas tiene una importante relación con éste género… “Me gusta mucho la poesía. De niña me apasionó la poesía de Bécquer, siendo adolescente me enamoré de la generación del 27, sobre todo de Salinas. En la universidad me rendí a los poetas malditos como Baudelaire o Rimbaud. Lo último que he leído es Los versos del Capitán de Neruda. Ahora que estoy casada procuro leer sólo novelas. A mi marido se le hace duro tanto dramatismo. Lo soberbio de la poesía es la inmediatez de la emoción que produce, la ambigüedad, la versatilidad de los versos que siempre pueden adaptarse a tu vida y a tus experiencias. La poesía siempre habla del lector. Es un dardo certero en nuestros sentimientos. Puede alterar nuestro estado de ánimo, hacernos entrar en trance. Yo escribí poesía antes de escribir novela. Lo dejé porque no siempre es agradable verse desnuda ante el espejo.”
A la hora de hablar de su novela lo hace con entusiasmo… “Me encanta la literatura. Si tengo una historia que contar y talento para contarla no haberlo hecho hubiera sido estúpido. Mi vanidad me impulsa a querer dejar algo que me sobreviva. A colarme en la vida de aquellos transeúntes que me gustaba espiar. En Haití los días eran muy largos y la realidad muy cruda. Mis protagonistas me hicieron mucha compañía.” El periplo de conseguir que le publiquen a uno un libro también nos lo relata… “No es nada fácil publicar tu primera novela. Las editoriales reciben más manuscritos de los que pueden leer y no se arriesgan a invertir en autores desconocidos. Los lectores tampoco apuestan por escritores noveles. Es un círculo vicioso. Taradas atrajo la atención de una agencia literaria y de una editorial muy importante pero al final no hubo acuerdo. Tras dos años de espera intenté encontrar una editorial por mi cuenta y llamé a la puerta de una casa alternativa, Ediciones Carena. Ellos creyeron en las posibilidades de Taradas y yo creí en ellos.”
A la pregunta de con cuál de las cuatro protagonistas de su novela se identifica más, su respuesta es… “Siempre digo que yo no soy ninguna de mis protagonistas aunque estoy en todas ellas. Todas me caen muy bien pero creo que me parezco más a Virginia. Me considero tierna pero con una inconfesable atracción por lo intenso y lo volátil. Vehemente, espontánea, contradictoria, lírica y por supuesto muy imperfecta.”
A pesar del final tan abierto de su novela, no cree que vaya a escribir una segunda parte… “No lo creo. Lo que estoy escribiendo ahora es muy diferente. No quiero repetirme. No me veo capaz de crear protagonistas masculinos pero sí tengo un amplio abanico de mujeres en mi imaginario. También puedo utilizar otros estilos narrativos y recursos literarios. Me gusta lo nuevo y lo original. No puedo evitar fantasear con las vidas de los otros. Escanear y digitalizar la psique de las personas que me rodean. Si tengo suerte podré trasformar mi tara en mi profesión (escritora)” … “Estoy trabajando en algo muy diferente a Taradas, algo más maduro. Hay una única protagonista, una historia lineal que a menudo se sumerge en lo onírico y surrealista. Los paisajes rurales son más importantes que los urbanos. Creo que es una novela más tradicional.”
Su deseo personal más próximo… “Que mi hijo aprenda a hablar y me diga que me quiere infinito más uno (creo que esta es la cantidad máxima matemáticamente hablando).” Y en el terreno profesional… “Ser la excepción que confirma la regla y vender muchos ejemplares de Taradas, una provocación literaria, una propuesta alternativa, sin los elementos necesarios para convertirse en un best seller.”
Sobre sus gustos personales… “Mi libro favorito es Mortal Y Rosa de Umbral. Porque no tiene argumento, es sincero, terriblemente bello y doloroso. Un estilo impecable. Mi disco favorito es The Queen is dead, The Smiths. La voz del cantante me hace sentir muchas cosas, las letras son muy buenas. Mi película favorita es Días de Vino y Rosas, por su carga dramática y su final infeliz. Todo esto aparece reflejado en Taradas así que te daré otros títulos: Lolita , Jay Jay Johanson y All about Eve. Como ves siento una atracción malsana por el drama. Mi plato favorito es cualquiera acompañado por una copa de buen vino tinto.”
Su lugar en el mundo es… “El que aún no conozco y después Madrid” … ”A mí podrías encontrarme en cualquier parte. Soy muy curiosa y camaleónica. No me importa estar fuera de lugar o dar la nota.”
La palabra que más detesta… “Puta, porque carece de toda imaginación, no tiene masculino y ya no significa nada.” Las que más le gustan son… “Pichirruchi, porque llamo así a mi hijo, no significa nada y lo dice todo. “Cucú”, que es como me llama mi marido cuando más me quiere. “Enxebre” porque sólo existe en Gallego.”
Respecto a su contacto con internet y las redes sociales, se conecta desde… “(…)mi portátil MacBook” “Uso a menudo Facebook. Me ayuda a mantener el contacto con los amigos que veo poco porque viven en otro país. Me gusta colgar las fotos de mi hijo. Soy una madre muy plasta.” Los blog que sigue… “El placer de la lectura y El blog de SEOmoz “
Espero que a partir de ahora este blog también lo siga.
Podéis encontrar el grupo de Taradas en Facebook
Mi más sincero agradecimiento a Vivana Fernández García por acceder a la entrevista.
Autor de la entrevista Alfred López.
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!Claro que lo seguiré! Desde que te descubrí no te quito los ojos de encima 🙂
29 julio 2010 | 19:40
una novela sorprendente, tierna y cruel,
como el amor
30 julio 2010 | 9:11
Interes y atraccion en la entrevista. Mi curiosidad a aparecido en mi ventana y me hace seguir los pasos de esta lucense de campo de asfalto, ciudanita y buho recolector de experiencias.
A ver que me encuentro n sus escritos…
30 julio 2010 | 9:34